a Diego Armando Maradona
(al ser humano) porque, com él dice,
“la pelota no se ensucia…”
Un villerito más jugando a la pelota
en los baldíos del no-futuro
un partido entre los que pueden
y los que no pueden más
en los potreros de la desesperación
un cinco a cero digitado por dios
desde los antros del más allá de los osados
goleada por afano
en el tiritar de la pobreza
no había tu tía y habría deudas nuevas
pero el asado se haría igual
en Villa Fiorito, en la Boca, en Villa Soldati,
en la Matanza, en la Quiaca, en las embajadas
de los bolsitos de los inmigrantes
que deambulan por los mundos
esperando un gol del diez
bálsamo incongruente
paradógico como las banderas Argentina, Catalana,
del Barça, de Boca
en el atadito inmundo de
la zozobra sin agua caliente para el mate
en la pensión/mansión
junto al figurante
del Museu d’Història de la Ciutat
o junto al ecuyeré fantástico del circo Raluy
cinco a cero,
cuatro goles y un golazo
retumbaron en el encéfalo
de mi ser chiquitito
de mi ser delicadito
de mi ser asustadito
caminando por los puentecitos de Girona
las callecitas de Barcelona o de Buenos Aires/La plata
o el Distrito Federal mexicano
“discúlpenme muchachos, cometí errores,
me equivoqué, pero… aquí estoy, dando la cara…”
Diego paradito en el medio de la Bombonera
solito como yo en este instante
frente a un mundo descontrolado
esperando todas las noches junto al puente
¿regresará el pez en sepia?
¿traerá carta de mi amada?
bálsamo para aquella almita
que alquilaba una habitación
decorada con trastos
recogidos de los contenedores de basura
recuerdos de los espíritus
emergentes desde dentro mismo de las murallas
de la ciutat vella
gritan
todas las madrugadas
escenas desgarradoras
sangre brotando
de las grietas de la vida
amurallada
húmeda como savia vegetal
empalidece los rostros de los subnormales
que a aquellas horas
arman su equipaje.
(al ser humano) porque, com él dice,
“la pelota no se ensucia…”
Un villerito más jugando a la pelota
en los baldíos del no-futuro
un partido entre los que pueden
y los que no pueden más
en los potreros de la desesperación
un cinco a cero digitado por dios
desde los antros del más allá de los osados
goleada por afano
en el tiritar de la pobreza
no había tu tía y habría deudas nuevas
pero el asado se haría igual
en Villa Fiorito, en la Boca, en Villa Soldati,
en la Matanza, en la Quiaca, en las embajadas
de los bolsitos de los inmigrantes
que deambulan por los mundos
esperando un gol del diez
bálsamo incongruente
paradógico como las banderas Argentina, Catalana,
del Barça, de Boca
en el atadito inmundo de
la zozobra sin agua caliente para el mate
en la pensión/mansión
junto al figurante
del Museu d’Història de la Ciutat
o junto al ecuyeré fantástico del circo Raluy
cinco a cero,
cuatro goles y un golazo
retumbaron en el encéfalo
de mi ser chiquitito
de mi ser delicadito
de mi ser asustadito
caminando por los puentecitos de Girona
las callecitas de Barcelona o de Buenos Aires/La plata
o el Distrito Federal mexicano
“discúlpenme muchachos, cometí errores,
me equivoqué, pero… aquí estoy, dando la cara…”
Diego paradito en el medio de la Bombonera
solito como yo en este instante
frente a un mundo descontrolado
esperando todas las noches junto al puente
¿regresará el pez en sepia?
¿traerá carta de mi amada?
bálsamo para aquella almita
que alquilaba una habitación
decorada con trastos
recogidos de los contenedores de basura
recuerdos de los espíritus
emergentes desde dentro mismo de las murallas
de la ciutat vella
gritan
todas las madrugadas
escenas desgarradoras
sangre brotando
de las grietas de la vida
amurallada
húmeda como savia vegetal
empalidece los rostros de los subnormales
que a aquellas horas
arman su equipaje.
Autor: Edu Sívori Alt
Recull de poemes “Peces Mensajeros” (2009)
Edicions: el llop ferotge
Fantàstic poema del poeta i amic argentino-català Edu Sívori, juntament amb “veinteañera” és el meu poema preferit del recull d’aquest autor tan interessant i millor persona.
El futbol amb tot el que l’envolta: Passió, sofriment, esperit de superació, companyerisme, sacrifici… és VIDA! I als qui no els agradi, tal i com diría l’amic Diego: “que la sigan mamando!"
